sábado, 24 de abril de 2010

Imagenes


Nuestro satélite siempre ha fascinado al ser humano; la Luna ha estado llena de misterio y ha inspirado la veneración religiosa, los mitos y supersticiones, algunos de los cuales siguen vigentes hoy en día. Todos los calendarios de la antigüedad eran lunares. Ha sido fundamental para la medición del tiempo, para marcar los meses y las estaciones, y para predecir el futuro. Como elemento mágico, los alquimistas de la Edad Media utilizaban la piedra lunar (feldespato), que ellos creían una gota de luz de Luna solidificada con poderes curativos y protectores.

En la antigüedad, fueron los Teutones quienes comenzaron con la práctica de la luna de miel: sus bodas se celebraban bajo la luna llena y después los novios bebían licor de miel durante 30 días. Entre las supersticiones que han llegado hasta nuestros días las más extendidas son la de cortar el pelo en luna llena para que crezca fuerte, y las uñas en menguante, para que tarden más en crecer.

Para el Islam la media luna se ha convertido ya en un símbolo, aunque originariamente era la enseña del Imperio Otomano. Además, el calendario islámico sigue siendo lunar, y el Ramadán observado por los musulmanes se celebra el noveno mes del calendario lunar islámico; comienza después de que se distinga la luna nueva y termina cuando aparece la siguiente.

La Luna marca la celebración de la Pascua para el mundo cristiano. Ésta se celebra el primer domingo posterior a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera o después de este. Los dos términos hebreos para designar al mes son yéráh y hodésh, cuyo significado primitivo es Luna y luna nueva. Los meses hebreos siempre han sido lunares y se extienden desde la luna nueva hasta la siguiente.